Niños jovencitos quieren pop. Lo tienen. Y lo lanzan por el mundo. Kevin Jonas, 21, guitarra y voz, Joe Jonas, 19 voz, percusión, guitarras y teclas, y Nick Jonas, 15, voz y guitarra, y y todos los músicos que rentan para que los acompañen, son una reafirmación total de que el teen pop está vivo y la recauda tranquilamente. Catapultados por el Disney Channel, los hijos de Paul y Denise, directo desde Wyckoff, New Jersey.
El génesis de todo esto, básicamente, es Nick, que cuando tenía 6, lo descubrieron cantando en una barbería, de ahí a un agente profesional para que lo maneje, y directo a Broadway en varias obras como La Bella y La Bestia, y en 2002, a los nueve, escribió con su papá una canción de navidad, Joy To The World, que fue directo a la radio cristiana en plan hit, mientras su hermano Joe actuaba en La Boheme, de Baz Luhrmann, también en Broadway. Para 2004, a Nick lo firma Columbia Records, porque este chico puede cantar, y entonces, sale su primer LP solista, Dear God, de lo más tierno. Entonces, como a los hermanos Jonas le salía mejor en conjunto, Sons of Jonas, o finalmente, Jonas Brothers.
Hay banda, y se lanza, tours con Kelly Clarkson, los Backstreet Boys en su gira reunión, o las Cheetah Girls. Y sale el primer álbum, It’s About Time, con el primer single, Mandy, que explota en TRL de MTV en febrero de 2006. Aparecen por todos lados, pero Columbia no se interesa demasiado, y cambian sello por Hollywood Records, que sí se interesa. 2007, segundo disco, que se llama como el grupo, es alto hit, con singles como Hold On y SOS, apariciones en Hannah Montana, fans teenagers enloquecidas, y el Look Me In The Eyes Tour por todo Estados Unidos. En agosto, su disco “A Little Bit Longer”, y una película, “Camp Rock”, donde los Jonas Brothers hacen de, bueno, una banda de rock.
En 2009, grandes novedades. Un tour triunfal por América Latina junto a Demi Lovato, y el lanzamiento de su nuevo disco, “Lines, Vines and Trying Times”, que los mostrará más maduros y pop-rockeando como siempre.